SOBERANÍA NACIONAL COLOMBIANA EN ALMONEDA

"PETRO Y SU BATALLA CONTRA LA REALIDAD"
LUIS GUILLERMO VÉLEZ CABRERA

Bastante razón tiene el exministro Mauricio Cárdenas cuando afirma que existen tres pilares sobre los cuales tradicionalmente ha descansado la gobernabilidad presidencial en Colombia. Se trata de los partidos políticos, el sector empresarial (con influencia en los medios) y la opinión pública. Son las tres patas del butaco que deben estar presentes porque de lo contrario el fundillo del susodicho presidente inevitablemente se desploma al duro y frío asfalto.

Samper, por ejemplo, gobernó con el congreso, con los llamados cacaos, una parte de la prensa y con una opinión pública que lo acompañó a pesar de los escándalos que lo que aquejaban y de la furia de los gringos.

Pastrana tuvo de su lado a los empresarios y contó con una coalición en el congreso que mutó a lo largo del mandato, no sin altibajos. La opinión pública le fue esquiva debido a la crisis doble de seguridad y economía, pero nunca seriamente se movilizó en su contra.

Uribe, como ningún otro antes y después, tenía los tres pilares sólidos. Su popularidad rompió todos los récords, el congreso comía de su mano y los empresarios estaban felices. Los medios lo apoyaron con entusiasmo y las voces críticas –que las había– siempre fueron esporádicas y marginales.

Santos fue consentido por los medios, la Unidad Nacional era una fuerza imbatible en el congreso y la favorabilidad duró lo suficiente como para reelegirse y sacar adelante el proceso de paz con las FARC.

Duque, por su parte, fue mimado por los empresarios, armó una coalición tardía pero estable en el congreso y, debido a las muy particulares circunstancias del covid fue vulnerable a manifestaciones masivas en su contra que fueron el preludio del debate presidencial que finalmente ganó la izquierda.

Durante los primeros meses del gobierno Petro, con la insistencia de algunos maestros del juego de la política tradicional, se intentó dominar este esquema de poder. Un gabinete con ministros moderados (al estilo de Ocampo y Cecilia López), una alianza amplia en el congreso y un discurso de progresismo consensuado que caía bien en los medios y la opinión pública. Pero esto duró poco y no porque el modelo hubiera fracasado: hasta el inicio de la segunda parte de la legislatura las cosas parecían ir viento en popa.

Fue con la reforma a la salud que se quebró el experimento. El presidente utilizó la iniciativa como auto de fe para confirmar a los verdaderos creyentes en su causa. Sacó a los moderados del gabinete lo que generó un cisma en la coalición congresional y anunció que desde ese momento en adelante gobernaría desde la calle. "Todo ministro y ministra debe obedecer el mandato popular. Ministro o ministra que no haga caso, se va", dijo en uno de los balconazos, y continuó: "no me inviten a las bacanales del poder porque yo no soy de eso" (1).

En otras palabras, el presidente decidió botar a la basura el manual de reglas de juego que tan bien les había servido a sus antecesores para sustituirlo por el "pueblo" y la mermelada (2).

Veremos cómo le funciona la nueva estrategia. Petro claramente se siente en su salsa, aunque en las primeras de cambio las cosas no parecen haberle salido tan bien como esperaba.

Su éxito dependerá de la capacidad que tenga para construir una realidad alternativa que refleje su particular visión del planeta. En sus treinta años de vida pública el mundo no ha cambiado a Petro y ahora Petro pretende cambiar el mundo. Por eso lamenta la caída del muro de Berlín –que según él trajo consigo el "fin del movimiento obrero a escala mundial", culpa al "neoliberalismo" de conducir "a toda la humanidad al desastre climático" e insiste en liberarse del "yugo español", todo mientras disfruta de banquetes reales en Madrid, agasajos neogaullistas en París y las atenciones discretas de sus anfitriones en Berlín.

Mientras tanto en Colombia las encuestas confirman la caída libre en la popularidad presidencial, la más pronunciada para un mandatario durante el primer año de gobierno desde que se tienen mediciones. Datos que, por demás, son convenientemente ignorados o racionalizados argumentando que se trata de manipulaciones de la "oligarquía mafiosa que ha gobernado desde hace doscientos años". Construir un universo paralelo no es una tarea fácil, requiere desdoblarse de la realidad ignorando los mensajes que envían los cinco sentidos.

Por eso, supone uno, se pueden dar el lujo de declararle la guerra a la clase media (que es la que define las elecciones en Colombia) calificándola de "arribista". Lo suyo, que es el "pueblo", son los "obreros", la "señora de los tintos", "la enfermera" o los "hombres que pegan los ladrillos", como nos lo explicó desde la capital francesa, quienes están con su gobierno a pesar de que no salieron a marchar el 1 de mayo y si lo hicieran algunas semanas después los "arribistas", que, entre otras, triplicaron en la calle a los convocados oficiales.

A ellos, al "pueblo", no a los "arribistas de clase media", insiste el gobierno, es que están dirigidas las "reformas sociales", las mismas que el establecimiento quiere trancar a toda costa con el fin de mantener sus "privilegios".

Sin embargo, el juego de suma cero que permea el pensamiento petrista, donde lo que ganan unos es porque lo pierden otros, poco tiene que ver con la materialidad. Resulta que en la economía de mercado es posible que todos ganen, así unos ganen más que otros, y eso, intuitivamente lo entiende ese mismo "pueblo" que el presidente dice defender pero que en el fondo desprecia.

Por eso las iniciativas de reforma a la salud, a las pensiones y la laboral están estancadas, porque los parlamentarios, que tendrán muchos defectos, pero la idiotez no es uno de ellos, saben que no responden a los anhelos de sus electores. La gente quiere cambios, pero no demoliciones.

Además, tienen el cuero curtido de tanta promesa incumplida. El escepticismo con las promesas presidenciales es palpable. Cuando Petro, regresando del periplo internacional número 22 (más que Santos y Duque en el mismo período) se fue a La Guajira a anunciar que construiría un aeropuerto (que ya existe), una universidad (que también existe –y tiene cinco sedes en el departamento–), que acabaría con el hambre y la sed y que, de paso, generaría tanta energía limpia que serviría para suministrar todas las necesidades nacionales, nadie creyó de a mucho.

Este gobierno será un fracaso, como lo fue la alcaldía de Bogotá, aunque, supone uno, para los habitantes del Planeta Petro los 405 jardines infantiles prometidos se acabaron construyendo, la empresa estatal de basuras funciona a la perfección, las sedes nuevas de la Universidad Distrital son maravillosas, el San Juan de Dios es un ejemplo mundial de atención en salud y las 70.000 viviendas populares construidas –no las 2.914– le cambiaron la cara a la ciudad (3).

Definitivamente, para que el universo alternativo del petrismo exista, así sea por lo menos en la mente de sus fanáticos bodegueros, hay que hacer un esfuerzo consciente para pretender que lo que ven nuestros ojos no es lo que parece (4).

(1). Vídeo "Yo no soy de eso. No me inviten a grandes bacanales. Yo no voy. Invítenme a tomar una cerveza allá en una esquina, hijueputa".
(2). Mermelada: regalos, prebendas, concesiones, privilegios a cambio de votos.
(3). "Conquistas" del otrora alcalde de Bogotá Gustavo Petro Urrego, que, a pesar de sus "fantásticos" logros, embaucó a los desmemoriados colombianos que lo votaron para la Presidencia de la República. ¿Por qué un mentiroso no iba a ser elegido si Hitler también ganó las elecciones?
(4) ¿Bodegueros? Son las hordas de sectarios, cabezas de termo o descerebrados conducidos a través de twitter por manipuladores profesionales para armar ruido con fines electorales; unos a favor de Uribe y otros a favor del "Mesías" Gustavo Petro. Los mismos perros con diferentes collares.

MONARCA PETRO LLAMA ARRIBISTAS A LA CLASE MEDIA

QUE NO ACABE LA POBREZA PARA SEGUIR REINANDO

QUIÉNES SON LA CLASE MEDIA COLOMBIANA

A ver, Gustavo Petro, monarca sin corona, si tanto desprecias a la clase media, cuándo vas a cesar como agente de propaganda y adoctrinadora de cabezas de chorlitos, a la autodenominada "profesora progresista" Karina Rojas Malagón, residente en Las Palmas de Gran Canaria, donde trabaja como profesora del grado de Educación Infantil en la Universidad del Atlántico Medio a pesar de escribir con faltas de ortografía.

Mitómana, homófoba, difamadora, barriobajera, filoelenista, verborraica, incoherente... En realidad se trata de una clasista sin vitola, que, para reafirmar su pertenencia a una "clase superior" confunde la isla de Gran Canaria con Europa. ¡Pobre diablo! Una racista cultural porque Canarias no sólo es África, sino que la raza humana nació precisamente en África.

¿Te das cuenta, monarca sin corona? Tu agente de propaganda y adoctrinamiento de cabezas de termo no esconde su modus vivendi en desacuerdo con tus críticas a la clase media. 200 pares de zapatos y 100 bolsos de todas las marcas. ¡Y cómo se burla de sus compatriotas pobres! Me recuerda a Imelda Marcos por su colección de zapatos.

¿La "profesora progresista" podría resistir una investigación de la Agencia Tributaria por sus signos externos de riqueza? Zapatos, bolsos, viajes, un apartamento. ¿Todo eso con el sueldo de profesora de Educación Infantil? ¿Desde cuándo trabaja como "profesora progresista" a tenor de su curriculum docente publicado por la UNAM?

Qué asco, monarca sin corona. Toda una vida criticando a Uribe y sus métodos sicariales a través de las redes sociales del terror y has recurrido a la misa basura. Injurias, calumnias, acoso. Tu agente en Las Palmas de Gran Canaria está cumpliendo muy bien el trabajo sicarial. ¿Golpe suave andas diciendo? Cuanto más pronto te echen mejor será para Colombia.

HOMOFOBIA Y MISOGINIA COMO ARGUMENTO POLÍTICO DE
LA "PROFESORA PROGRESISTA"

¿UNA PROFESORA UNIVERSITARIA DIFUNDIENDO CALUMNIAS?
¿POR CUÁNTO TIEMPO MÁS?

CARACAS ES UNA AVENIDA DE BOGOTÁ CONOCIDA
POR LA PROSTITUCIÓN CALLEJERA

EL FASCISMO EN SU MÁS GENUINA EXPRESIÓN

FRENTE AL ESCÁNDALO DE LA "PRIMERA DAMA"
LA PROFESORA FASCISTA HA RESPONDIDO COMO SIEMPRE
PARAPETADA EN SU CUENTA SIN IDENTIFICACIÓN
COMO LOS SICARIOS PRO ÁLVARO URIBE
HASTA QUE LOS DESMANTELÉ