CRÓNICAS DE RAFAEL SÁNCHEZ ARMAS
¡QUIERO ABANDONAR LA POLTRONA!
HE CUMPLIDO 82 PRIMAVERAS
DON Jerónimo Saavedra Acevedo, una "vaca sagrada" en Canarias (diputado, presidente del gobierno regional, ministro, senador, alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Defensor del Común, principal cabecilla del PSOE en la colonia), jamás se imaginó a nadie como yo con los güebos bien puestos. Conservo una carta suya cuando me felicitó por mi trabajo en la Organización de Usuarios de la Justicia. Siendo ministro de Administraciones Públicas, me escribió:
"En este 23 de abril de 1994, festividad de Sant Jordi, quiero expresar unas palabras de aliento en favor de aquellas asociaciones que, como la Organización de Usuarios de la Justicia (OUJ), contribuye de forma decisiva a vertebrar y dinamizar una sociedad tan compleja como la nuestra. Hoy conmemoramos también esa fecha en la que, con el aniversario de Cervantes, celebramos la inclusión del libro en nuestra realidad social. El libro, la palabra escrita, se erige en monumento esencial de respeto y civilización. El respeto mutuo, el diálogo y la renuncia a la violencia constituyen ejes fundamentales de toda sociedad civilizada. Estos planes esenciales de funcionamiento colectivo tienen en los libros y en la Administración de Justicia dos vías relevantes de transmisión. Una sociedad leída, ilustrada y culta es más proclive a la crítica constructiva y a la denuncia responsable de toda injusticia social y económica que una sociedad iletrada y analfabeta. La Administración de Justicia se convierte de esta manera en un punto de referencia inevitable para toda persona que confía en una solución civilizada y pacífica de las diferencias que puede dirimir con otra persona o colectivo social. En suma, la Justicia, como diría Loewenstein, se concibe como piedra angular de todo Estado democrático, como instancia que garantiza y protege los derechos fundamentales de la persona, cuya conquista histórica es necesario recordar y preservar. Una conquista en la que muchos narradores, pensadores, intelectuales, poetas, filósofos, historiadores y sociólogos recurrieron a la letra impresa para dejar constancia de unas aspiraciones, hoy día elementales en toda democracia, pero cuya plasmación real en textos con valor jurídico y político ha exigido la sucesión de muchas generaciones. Mantener tales derechos, velar por su integridad a través de una justicia democrática y consolidad así la sociedad civilizada que prefiere el libro a la pistola, representan objetivos loables. En esta línea se incardina el trabajo de la OUJ. A ellos les dedico, afectuosamente, esta reflexión, con mis mejores deseos para el porvenir común".
El ministro Jerónimo Saavedra Acevedo me felicitaba por defender la justicia con la palabra y no con las armas del extinto MPAIAC. ¿Qué le pasó a Jerónimo Saavedra Acevedo para convertirse en DON Jerónimo Saavedra Acevedo tratándome como hizo desde el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de sus culichichis, cuando, quince años después de aquella carta regresé de forma inesperada desde Colombia (por culpa del gobierno de Rodríguez Zapatero) a mi patria, Gran Canaria, donde Jerónimo Saavedra Acevedo ocupaba la alcaldia de la capital? DON Jerónimo Saavedra Acevedo me faltó el respeto y me puse los guantes de boxeo. Nunca se lo imaginó, y menos teniendo de su parte a la jueza Victoria Rosell Aguilar, una jueza española importada en Canarias y designada para "darme un escarmiento". Un baifo, "John Wayne" (director del Gabinete de la Alcadía y plumilla del periódico digital de Carlos Sosa Báez, novio de la jueza Victoria Rosell Aguilar, me denunció en la Jefatura Superior de Policía de Canarias, donde Carlos Sosa Báez se desempeñaba como
soplón del PSOE contra los dirigentes del Partido Popular, según confesó el periodista Francisco Javier Chavanel Seoane), y las diligencias policiales recayeron en el Juzgado de Instrucción número 8 de Victoria Rosell Aguilar, oh, casualidad, en funciones de guardia aquel día. ¿Por qué la novia de Carlos Sosa Báez, ex jefe de Prensa (o propangada) del PSOE en tiempos de Jerónimo Saavedra Acevedo, no mandó la denuncia a reparto? ¿Por qué se la quedó ella? ¿Aspiraba a ponerse una medalla condenándome por llamar yo cariñosamente a DON Jerónimo Saavedra Acevedo capo del Partido del GAL? El gozo en un pozo del "estado mayor" del PSOE porque Victoria Rosell Aguilar no tuvo más remedio que archivar la denuncia para no verse envuelta en un nuevo escándalo en Las Palmas de Gran Canaria (ya arrastraba varios) tras denunciar yo varias irregularidades en la instrucción del caso. Tiempo más tarde, despechada por la derrota, se vengó guardando en una gaveta mi denuncia contra el cibersicariato paramilitar colombiano. Hoy, aquella nueva irregularidad figura en mi demanda en la
Audiencia Nacional contra el Estado por la inadministración de la Administración de Justicia.
Cuando DON Jerónimo Saavedra Acevedo perdió la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, el maestro Ciruela de la isla del oeste y los herederos del Partido del GAL designaron a la "vaca sagrada" Diputado del Común (una de tantas boberías para engañar a los ciudadanos). Hoy, transcurrido el tiempo, y ya con un pie en el otro mundo, DON Jerónimo Saavedra Acevedo no tiene fuerza para seguir en el machito, y ha decidido marcharse. ¡Pero! No puede hasta no tener sustituto. ¿Quizá Victoria Rosell Aguilar? Su nombre ha sonado en varias ocasiones, pero el debate continúa. Sin embargo DON Jerónimo quiere renunciar ya; nada de esperar a un futuro acuerdo en el Parlamento Canario.
"Estoy decidido a dejarlo, estaría bueno que no tuviese el derecho a decidir sobre mi propia vida"
JERÓNIMO CUÉNTAMELO TODO CARIÑO
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