BLANCA RODRÍGUEZ AFICIONADA A LAS ACEITUNAS CON MOJO
SANCOCHO CANARIO EN VIERNES DE SEMANA SANTA
PLATOS TÍPICOS DE LA COCINA CANARIA
CHACHO ME LO DIJO LOLA UNA RECETA PARA NOCHEBUENA
HORMIGAS CULONAS UN MITO AFRODISÍACO
TÚMBATE EN LA MESA QUE VAMOS A HACER COSITAS
ELISABETH LOAIZA PELANDO ZANAHORIAS
EL
FOGÓN DE CARLOS GUERRERO
INGREDIENTES
(para 4 personas)
·
2 kilos de
papas.
·
8 huevos.
·
1/3 litro de
aceite.
·
Perejil.
·
Sal.
PREPARACIÓN
En primer lugar, lávese las manos como Dios manda. No
escatime agua ni jabón a la hora de meterse en la cocina. Es muy desagradable
comer donde reina la suciedad. También ha de lavar las papas, sobre todo si
tienen restos de tierra. Por supuesto los huevos ha de
enjuagarlos con lejía (hipoclorito, desinfectante). ¿Que usted no se va a comer
lo de fuera? Sí, mujer, pero al romper la cáscara puede contaminar la clara y
la yema, y la salmonelosis en una enfermedad muy grave. Además, tampoco se come
usted literalmente los huevos de su marido, pero a la hora de llevárselos a la
boca en las noches de relajo, lo manda a la ducha, ¿o no? Hágame caso y no sea
hedionda.
Las papas, una vez peladas, debe
cortarlas en rodajas. Ni muy gruesas ni muy finas. Écheles un poco de sal y
viértalas en la sartén con el aceite hirviendo, pero baje el fuego enseguida,
casi al mínimo. Las papas no deben freírse del todo, sino quedar bobitas. Retírelas de la sartén y bata las claras de los
huevos a punto de nieve y luego añádales las yemas, el perejil y las papas bobitas. Revuélvalo todo y viértalo en la sartén con muy
poco aceite, bien caliente, pero con poco fuego. A los dos o tres minutos dele la vuelta con un plato grande o la tapadera de una
cacerola. La tortilla no debe quedar cruda ni quemada, sólo tostada. Sírvala
con tomates en rodajas (refresca mucho) y con vino tinto. El vino sin hielo
¿eh? No sea bruta como determinado alcalde salvadoreño, invitado por
Señora, enhorabuena por haber elaborado una tortilla tan sabrosa. El problema comienza ahora, cuando vaya a comérsela en compañía de sus amistades, especialmente ese vecino suyo tan reacio a la higiene. Pero déjeme tener unas palabritas con él para ver si lo metemos en cintura.
¿Se lava usted las manos antes de sentarse a la mesa o no lo hace ni tan siquiera después de usar el retrete, máxime cuando tiene la costumbre de manosear el pan de todo el mundo en las comidas de familia? "Este pedazo no me gusta; este sí porque está crujiente". ¿Quiere de verdad enmendarse? Comience desde mañana mismo. Agua y jabón, no hay más secreto. Lávase hasta los codos, y las uñas también. Luego procure no secarse en la toalla de todo el mundo. Imagíneselo por un momento, usted, convertido de la noche a la mañana en la estrella del aseo, usando la misma toalla del hediondo de turno, ese que después de cagar (evacuar, defecar) no se lavó las manos a conciencia. Imagíneselo por un momento, restos de heces, bacterias, mierda fresca en la toalla, y usted como un pendejo creyéndose el rey del mambo. Agua, jabón y un pañuelo o servilleta de papel. Pero no es suficiente ¿eh? Antes, durante y después del lavado de las manos no se olvide del grifo. ¿Qué importancia tiene el grifo en la higiene? Pero, criatura de Dios, ¿de qué le vale lavarse las manos como Dios manda si el grifo está sucio? Lávelo mientras permanece con las manos enjabonadas y después échele un poco de agua. ¿Ve qué fácil es la vida cuando hay buena voluntad? De todas formas, no tenga prisa. Aún no hemos terminado. ¿Qué me dice del picaporte de la puerta del baño? Imagínese por un momento que se halla en un meacagadero público. Un montón de fulanos para dentro y para fuera. ¿Jamás ha observado que pocos se lavan las manos; otros sólo se las mojan y el resto nada de nada? ¿Cómo piensa usted que está el picaporte? Si tuviera la paciencia de observarlo microscópicamente vomitaría sin previo aviso. ¿Comprende por qué no debe bajar la guardia ni tan siquiera después de lavarse las manos? Válgase de un pañuelo cuando vaya a abrir la puerta del baño o aproveche la entrada o salida del algún hediondo para aguantarla. Pero no lo haga con una mano, sino con el pie. Si cumple a rajatabla todas estas recomendaciones, hasta yo me atrevo a sentarme con usted a la mesa para comernos la tortilla.
DONNA LISTA PARA HINCARLE EL DIENTE
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