IDIOSINCRACIA COLOMBIANA
A mi juicio, "El Robo" es el mejor capítulo del reciente libro del genial, inteligente y culto ex funcionario de la UNESCO Germán Puyana García, titulado Cómo somos los colombianos. Una obra deliciosamente amarga, deliciosa por su estilo, amarga por su contenido. "Todo colombiano es ladrón, mientras no se pruebe lo contrario". ¡Qué verdad tan cierta y tan triste! Y lo curioso e interesante es que en ningún país del mundo se da la creatividad en las mil formas de robo que practicamos los colombianos.
Alfonso Llano Escobar (sacerdote colombiano) en "El Tiempo".
Entre muchas facetas malas y buenas como las tienen los habitantes de todos los países del mundo, los colombianos poseemos un defecto por el cual ya nos reconocen internacionalmente: somos tumbadorcitos y trampositos. Tenemos cierta propensión a querer sacar ventajas pasando por encima del otro, a "vivir del bobo" y a irrespetar las reglas. Lo más triste es que muchas veces a sabiendas ni se saca provecho al transgredir una norma o engañar a alguien, pero aun así la conducta se da por el prurito de saltarse las reglas, de alardear de "vivo". Hace mucho que tener buena fe y ser honesto -dar papaya- descendieron en la escala de valores y fueron conductas sobrepasadas por la viveza. Esta mutación axiológica fue el abono para el reinado del narcotráfico.
Álvaro González Uribe.
El pueblo colombiano es difícil de entender. Se cree distinto y superior a todos sus vecinos, pero no constata que esa diferencia reside en el rechazo a la autocrítica, en la pasividad manifiesta frente a los poderes constituidos y de hecho y en el acomodamiento frente a sus conductas delictivas. Los principales temas de preocupación y de debate giran en torno a los contenidos de "realities" y de telenovelas, mientras lo sustancial pasa a la eterna lista de espera. La corrupción merece un capítulo especial de la historia, porque el país se acostumbró a convivir con ella, como lo hizo en su momento con el narcotráfico, y la tolera sin sonrojo ni recato. La corrupción vive y se reproduce campante mientras se cierran los ojos o se voltean las miradas para no darse cuenta de nada.
Se les dan demasiadas vueltas a los problemas.
Jorge Alberto Velásquez Pelaez.
COLOMBIANOS BAJO SOSPECHA
La más amplia definición de plagio es aquella que la enuncia como "apropiación de conceptos ajenos" tomada del latín plagium, propiamente "apropiación de esclavos ajenos" y este del griego plagios, "trapacero, engañoso", debidamente "oblicuo". En términos generales, en el español de hoy en día plagiar significa solamente "copiar obras ajenas, dándolas como propias y, en gran parte de América, "secuestrar" (Diccionario panhispánico de dudas).
En su acepción americana de "secuestro", los colombianos somos vergonzosos líderes indiscutibles de la conjugación del verbo plagiar. Últimamente, sin embargo, hemos visto innumerable cantidad de casos de plagio en su acepción de copiar obras ajenas que involucran a periodistas, juristas, alcaldes, contralores y todo tipo de doctores, que una vez pillados justifican de mil maneras, como cualquier ladrón, las razones de ser de aquello que para ellos fue sencillamente un error. Solo hay una cosa más vergonzosa que ser descubierto en un plagio y es aquella consistente en no reconocerlo. El no reconocimiento de obvio delito duplica sus penosas consecuencias. Más información.
CORRUPCIÓN EN COLOMBIA
Colombia debería crear una facultad para otorgar el título de corrupto profesional. Lidiamos los colombianos con tanta podredumbre, que bien podemos hacer un aporte a la humanidad fundando la primera Facultad de Corruptología. Ya que nos hemos dedicado a producir corruptos, produzcamos los mejores corruptos del mundo. Se trata de una carrera técnica intermedia, pero tengo un amigo en el Ministerio de Educación que, por unos pesos, le dará licencia como profesión liberal. En el paraninfo estarán grabadas las famosas palabras del doctor Julio César Turbay Ayala según las cuales "hay que reducir la corrupción a sus debidas proporciones".
Daniel Samper Pizano.
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AGENCIA BK DETECTIVES ASOCIADOS
