MITAD MONJES -
MITAD SOLDADOS
Toneladas de libros, películas y reportajes sobre la Orden del Temple, su origen, sus fines, sus negocios, su influencia, su declive. Huges de Payns (o Hugo de Pinos, nacido en Cataluña, según reza en los archivos de la Biblioteca Nacional de España) y ocho hidalgos europeos más fundaron la Orden de los Pobres Caballeros del Templo de Salomón. Ocurrió en 1118. El rey de Jerusalén Balduino II les concedió varias dependencias en la mezquita al-Aqsa y el derecho a usar la Cruz de Lorena como enseña heráldica. Durante nueve años dejaron el subsuelo de la mezquita (levantada sobre las ruinas del antiguo Templo de Salomón) como un queso de gruyere. Curiosa forma de preservar la vida y los bienes de los peregrinos cristianos en Tierra Santa (santa tres veces, para judíos, árabes, cristianos).
Saúl, David, Salomón, reyes de Israel. Salomón, además de coleccionar princesas (700) y concubinas (300), mandó a construir el templo con suelo de mármol, columnas de bronce, puertas de madera de cedro, un altar de oro, candelabros de plata. En el tabernáculo quedó depositada el Arca de la Alianza, un cofre de madera recubierto de oro con incrustaciones de diamantes. En el Arca de la Alianza, las Tablas de la Ley, los Diez Mandamientos... y posiblemente algo más. Tres veces el templo sufrió el saqueo y la destrucción. Nabucodonosor II, Nerón, Tito. Pero nunca apareció el Arca de la Alianza. Nueve años cavando fosas y túneles. ¿Qué buscaban los templarios? ¿Qué hallaron? En 1128 partieron hacia Roma patrocinados por el patriarca de Jerusalén. El abate Bernardo de Claraval, San Bernardo, propició el concilio de Troyes, donde se otorgó estatus jurídico, la famosa regla (un compendio de normas e instrucciones sobre organización, jerarquía, administración, culto, disciplina, indumentaria, dieta, armas y táctica de combate) a la Orden del Temple. Los "milicianos de Cristo" quedaron bajo la autoridad del Papa y fueron exonerados de pagar el diezmo. Comenzaba a fraguarse su imperio. De todas partes, ricos mecenas donaron tierras y dinero para reconquistar el Santo Sepulcro y demás rincones cristianos, incluso muchos nobles hicieron voto de pobreza, obediencia y castidad para ingresar en la orden. Entre las nuevas misiones encomendadas a los "milicianos de Cristo" estaba la de ser un cuerpo de "operaciones especiales" de los cruzados. Atentados y sabotajes para coadyuvar a mantener a raya a los "infieles" musulmanes.
La I Cruzada (o guerra santa cristiana) tuvo lugar tres décadas antes. Después del desmoronamiento del Imperio Romano de Oriente, Palestina cayó en poder de los sarracenos. Durante los califatos de Bagdad y El Cairo hubo libertad de culto, tolerancia religiosa. Pero con el advenimiento de los turcos selyúcidas la situación cambió radicalmente. En las postrimerías del siglo 1100, Pedro el Ermitaño acudió a Europa buscando auxilio. El papa Inocencio III bendijo la I Cruzada. Licencia para saquear y matar en nombre del "Príncipe de la Paz". Hubo dos cruzadas, una "seria" y la otra formada por un ejército de mendigos, aventureros, viejos, ladrones, tullidos, granujas, prófugos, charlatanes (profetas), labradores, artesanos, prostitutas, curas, niños. Ninguno llegó a Jerusalén. Tremenda escabechina provocaron los turcos a cuenta de la "cruzada de los pobres" dirigida por Gualterio el Mendigo.
La I Cruzada la encabezó el duque de la Baja Lorena Godofredo de Bouillon, con ascendencia merovingia y visigoda. Armados hasta los dientes conquistaron la franja costera de Palestina y Jerusalén. Detrás dejaron un reguero de cadáveres. Muchos altibajos en los años siguientes; ora favorable para los cristianos, ora para los musulmanes.
La II Cruzada constituyó un fracaso sin paliativos. Leonor de Aquintana, dos veces reina, una dama bella, inteligente y decidida, acompañó a Luis VII. Como el rey de Francia jamás supo contentarla en el tálamo parrandero, ella buscó cariño en el catre del príncipe de Antioquía (uno de los Estados cristianos formados a raíz de la I Cruzada). Según los cronistas de la prensa rosa de la época también hizo algo con Saladino, el formidable guerrero unificador del Islam frente a los cristianos. Leonor de Aquitana y Raimundo de Poitiers (príncipe de Antioquía) desaprobaron (en vano) los planes de Luis VII y Conrado III de Alemania, otro chorlito, de asediar Damasco. Derrota catastrófica y regreso urgente a Europa. Desde entonces, y hasta 1948, Jerusalén permaneció en poder de los musulmanes.
La III Cruzada la organizaron Felipe de Augusto de Francia (hijo de Luis VII y la tercera esposa tras repudiar a Leonor de Aquitania); Federico II de Alemania y Ricardo I de Inglaterra "Corazón de León", hijo de Leonor de Aquitania y Enrique II de Inglaterra, con quien contrajo nuevas nupcias después de Luis VII. Cuatro varones del matrimonio, todos soberanos. El más grande, Ricardo Corazón de León; el más totorota (boludo, pendejo), Juan sin Tierra, quien perdió el trono (después de muerto el hermano) a manos del astuto Felipe II de Augusto. Francia por fin conquistó Normandía y pasó a ser una potencia. Entre Ricardo Corazón de León y Saladino hubo empate, tablas, combate nulo. El rey de Inglaterra reconquistó parte de Tierra Santa, pero retrocedió ante Jerusalén. Ambos caudillos firmaron un pacto a favor del derecho de paso de los peregrinos cristianos a los Santos Lugares. De regreso a Europa, Ricardo Corazón de León cayó preso del duque de Austria, quien exigió una fortuna por su liberación. Leonor de Aquitana movió Roma con Santiago y acudió personalmente a rescatarlo. El rey de Inglaterra murió de gangrena tiempo después. Andaba flojo de caudales e intentó asaltar el castillo de Chalus, donde un tesoro esperaba a un guerrero ambicioso.
Tras perder el último reducto en Palestina, las tres órdenes militares (hospitalarios, teutónicos y templarios) cruzaron el mar definitivamente. La primera con rumbo a Chipre; la segunda en dirección a Prusia y la Orden del Temple se instaló en París, frente a la "humilde" morada de Felipe IV, un tipo codicioso. Los templarios no tributaban ni juraron fidelidad a la monarquía francesa. Toda una afrenta para Felipe el Hermoso. Durante casi doscientos años, la orden funcionó como un Estado propio, un imperio sin Dios ni rey. Miles de castillos, iglesias, minas, silos, encomiendas, barcos, hospederías y caballos repartidos por mar y tierra. Miles de hombres (y algunas mujeres) milicianos (caballeros, pajes, escuderos), capellanes, albañiles, contables, banqueros, navegantes, artesanos, campesinos, posaderos, mercaderes, profesores. Jaume I el Conqueridor (conquistador), rey de Aragón (y Cataluña, y Valencia, y Mallorca) estudió con los templarios antes de pasar a la historia como uno de los reyes más sobresalientes de la Edad Media. Los puertos de Marsella, La Rochelle, Mónaco, Brindisi y Mallorca estaban bajo su control. Desarrollaron el comercio; prestaron dinero a casi todos los reyes europeos y potenciaron el arte y la ciencia. De Oriente importaron conocimientos y objetos: álgebra, trigonometría, sextante, astrolabio, medicina, farmacia, papel, caña de azúcar, seda, telas bordadas con hilo de oro y plata, dátiles, especias, molinos de viento. El poder y la riqueza del Temple despertaron el apetito de Felipe IV. El monarca mandó a envenenar a los papas Bonifacio VIII y Benito XI (sucesor breve), y propuso a Bertrand de Got, arzobispo de Burdeos, como Sumo Pontífice. La primera medida de Clemente V consistió en cambiar la sede del papado, de Roma a la ciudad francesa de Aviñón, más cerca de Felipe el Hermoso. El resto fue coser y cantar. Aquella mañana del 13 de octubre de 1307, las huestes del rey francés tomaron por sorpresa las instalaciones de la orden, con el gran maestre a la cabeza. Tortura, juicio y muerte, unos en el patíbulo y otros en la hoguera, como Jacques de Molay, el último maestre de la orden. Antes de morir se retractó de su confesión (quizá bajo tortura) sobre las prácticas blasmefas, herejes y sodomitas de los templarios. Una parte del patrimonio del Temple engrosó las arcas de los hospitalarios y el restó "mitigó" la afrenta sufrida por Felipe el Hermoso. Los sobrevivientes de la "carnicería" huyeron a Flandes, Escocia, Alemania. En Aragón ingresaron en la Orden de Montesa; en Castilla en la Orden de Calatrava y en Portugal en la Orden de los Caballeros de Cristo. No por casualidad, la cruz del Temple lució desafiante en las carabelas de Cristóbal Colón y Vasco de Gama. Años más tarde la Orden de los Teutónicos apoyó a Martín Lutero, un nuevo cisma en la Santa Madre Iglesia.
No todas las cruzadas tuvieron como objetivo a los "infieles" musulmanes. La cruzada antialbigense convirtió Languedoc (principado independiente situado entre los ríos Ródano y Garona), tierra de prosperidad y tolerancia, en un campo de muerte y destrucción para eliminar la "herejía" cátara. Tanto los francos como el papa Inocencio III (otra vez Inocencio) estaban hasta la sesera del poco respeto manifestado por los cátaros. No consideraban a Jesús (aun siendo depositarios del Santo Grial) hijo de Dios, sino un profeta muerto en la cruz por amor. Para ellos había sendos dioses, uno bueno (inmaterial) y otro malo (creador del universo). ¿Cómo iba a ser Cristo hijo del dios malo? Profesaban la creencia de la transmigración del alma y la reencarnación. Defendían el control de la natalidad y el aborto. Herejes, pero tolerantes y pacíficos, demasiado pacíficos, y confiados. La cruzada de los católicos "ortodoxos" no dejó títere con cabeza. Tuvo un gesto humano Inocencio III, como prohibir la ballesta en la masacre. El armamento de los cruzados estaba formado por arcos, lanzas, espadas, mazas, hachas, catapultas, ballestas. Pero la ballesta estaba destinada sólo contra los "infieles" musulmanes. Pero la desaparición de los cátaros no borró su huella.
A finales del siglo XIX, Berenger Saunier, alto, fornido, culto, seductor y parrandero, llegó a Rennes-le-Chateau desterrado por el obispo de Carcasona por contestatario. Apenas doscientas almas para cultivar en la pequeña aldea. Primero tomó a Marie Denardan, una campesina de dieciocho años, como ama de llaves, y luego la elevó a la condición de amante. Entre mimos a la campesina y lectura de textos en latín, griego y hebreo, el cura decidió reparar el techo de la iglesia para evitar las goteras en invierno. Levantó el altar (sujeto por dos columnas visigóticas) y encontró cuatro pergaminos. Buscó el asesoramiento de Emil Hoffet, experto en lingüística, paleografía y codificación, quien le recomendó viajar a París. Entró en contacto con gente del círculo esotérico y de paso enamoró a la soprano Emma Calve. Regresó a Rennes-le-Chateau y prosiguió las obras en la iglesia. Descubrió una cripta... y posiblemente algo más. Empezó a gastar dinero a manos llenas. Terminó la reparación del templo (incluso lo dotó de una pila de agua bendita con una figura del diablo Asmodeo); mandó a construir la torre Magdala (en honor de María Magdalena) y la villa de Bethania y se dio a la celebración periódica de saraos (guateques, relajos) con los parroquianos. Semejante despilfarro llegó a oídos del obispo de Carcasona. Lo mandó a llamar. "Eh, tío. ¿De dónde sacas tanta manteca?". El cura permaneció callado. "Pues te castigo sin empleo ni sueldo". Los feligreses dejaron de acudir a misa mientras Berenger Saunier predicaba a gritos en la plaza del pueblo. El papa anuló el castigo y el cura volvió a hacer lo mismo hasta su muerte. ¿Qué halló en la cripta? ¿El Santo Grial? ¿El Arca de la Alianza? ¿El tesoro de los cátaros? Murió sin confesarlo...
Otra vez merovingios, visigodos, cátaros, templarios... Palestina año 50 antes de Cristo. Las tropas de Pompeyo invadieron la región. Crueldad y corrupción como sistema de gobierno. Pero no todos los judíos se rebelaron contra el Imperio Romano. Tanto los saduceos (terratenientes) como los fariseos (como su nombre indica) compadrearon con los romanos. Sólo los zelotes propusieron rebelarse con las armas. A Jesús lo consideraban una "marioneta" de los romanos. No buscaban a un mesías divino, sino a un estratega de carne y hueso para liderar la guerra contra el Imperio Romano. Muchos años después de la muerte de Cristo, aún continuaban esperándolo. Nunca apareció, pero el Imperio Romano se cristianizó con el advenimiento de Constantino. ¿Nació Jesús en una cueva, en un pesebre? ¿En Belén, Nazareth, Cafarnaún? ¿Jesús rico o Jesús pobre, como pregonó Pablo de Tarso, San Pablo, un mentiroso de tomo y lomo a juicio de varios historiadores? ¿Hijo de Dios o de la relación pactada de María (costumbre judía) con uno de los sumos pontífices del Templo de Jerusalén, 24 a elegir? ¡¡Pobre José, San José, carpintero por más señas!! Los sumos pontífices preñaban a sus alumnas y después le buscaban un hombre bueno como marido. Jesús se hizo adulto, hombre, y empezó a predicar la palabra de Dios y su condición de "rey de los judíos". Tremendo zafarrancho entre los romanos. Subversión, insurrección, sedición. Lo condenaron a purgar su delito de rebelión en la cruz. ¿Tuvo retoños con María Magdalena? ¿Dónde se perdió el linaje de Jesús? ¿En Palestina tras mezclarse con otras familias judías o romanas o en Europa entre los "reyes perdidos" de Israel? Un milenio antes del nacimiento de Cristo, Moisés, huyendo de la esclavitud en Egipto, condujo a los hebreos por el desierto hasta Canaán. La ocupación de la "tierra prometida" no se hizo pacíficamente. Jacob, nieto de Abraham, repartió el territorio entre sus doce hijos, las tribus de Jacob. Después de un tiempo, los hebreos constituyeron el reino de Jerusalén. Saúl, de la tribu de Benjamín (una tribu muy quisquillosa, un dolor de muela para Yahvé), se coronó soberano. Termino como empezó, en guerra contra los filisteos (ocupantes de la costa de Palestina) y contra los conspiradores de la tribu de Judá. David aspiraba al trono de Saúl sin tener en cuenta a Jonatan, primogénito de Saúl. David contrajo matrimonio con Mical, hija de Saúl, pero tampoco coló su estratagema. Decidió aliarse con los filisteos hasta ostentar la corona de Israel. Gran rey, David, pero despertó la envidia de los benjaministas. Nueva guerra entre los hebreos. Salomón culminó la obra de David, pero a su muerte el reino se desmoronó, primero por la división en dos Estados y después por las sucesivas invasiones de egipcios, asirios, babilónicos, persas, griegos, romanos. En ese período los "reyes perdidos" emigraron a Europa, donde se mezclaron con los celtas teutónicos. De aquella fusión nacieron los francos, quienes huyeron hacia el este obligados por las hordas de Atila. En Lorena, Meroveo, en el año 417, fundó la dinastía merovingia. Uno de sus descendientes, Dagoberto II, contrajo nupcias con una princesa visigoda. De aquella fusión de estirpes, años más tarde, nació Godofredo de Bouillon, duque de la Baja Lorena y promotor de la I Cruzada. Los cátaros habitaban en Languedoc (reducto del reino visigodo, mezclado con descendientes de merovingios y visigodos) cuando el papa Inocencio III bendijo la cruzada antialbigense. ¿Qué ocurrió con el Santo Grial? ¿Estaba también el Arca de la Alianza en su poder? ¿Reliquias o símbolos? ¿Estaban en Montsegur (cuyo asedio inspiró a Richar Wagner a la hora de crear la ópera "Parsifal") cuando las tropas ocupantes tomaron el castillo o los templarios consiguieron sacar antes aquellas supuestas reliquias? La Orden del Temple no se opuso a la cruzada, pero luego dio cobijo a varios centenares de cátaros, de ahí la relación entre ambas comunidades. ¿El Santo Grial era una reliquia (el cáliz de la Última Cena o la sangre de Jesús) o un símbolo de poder? ¿Y el Arca de la Alianza? Los autores de "El tesoro oculto de los templarios" han defendido la hipótesis de ser un artilugio capaz de producir un tipo de alga rica en albuminosis, hidrato de carbono y grasa a partir de la concentración de agua, el famoso "maná" de Moisés durante la travesía del desierto. Aquel artilugio necesitaba energía. ¿Por qué las Tablas de la Ley no pudieron ser un meteorito caído en el monte de Sinaí con propiedades radiactivas? ¿Reliquias o símbolos? De nuevo Rennes-le-Chateau surgió como eslabón perdido en la historia de los merovingios, visigodos, cátaros, templarios... A finales del siglo XX, los autores de "El tesoro oculto de los templarios" localizaron en Francia a Pierre Plantard de Saint-Claire, en su residencia de Rennes-le-Chateau. Descendiente de Dagoberto II; Ricardo Corazón de León y René de Anjou (rey de Nápoles y Sicilia, rey de Aragón, rey de Hungría, "rey" de Jerusalén), ostentaba el cargo de gran maestre del Priorato de Sión. ¿Quién fundó la Orden del Priorato de Sión? Godofredo de Bouillon, duque de la Baja Sajonia, en el año 1090. ¿Con qué objeto? Para restaurar la dinastía merovingia en Francia y otros países europeos. Desde 1090 hasta ahora, la orden ha tenido cuatro maestres femeninos y varios personajes célebres en la ciencia y el arte, como Leonardo da Vinci, Isaac Newton, Víctor Hugo, Jean Costeau. El Priorato de Sión fundó la Orden de los Templarios como brazo militar y administrativo. Hasta 1188, año de la caída de Jerusalén en poder musulmán, ambas órdenes compartieron el mismo gran maestre. Mitad monjes, mitad soldados; mitad historia, mitad leyenda. Los templarios siempre arrastrarán un halo de misterio y fascinación.
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AGENCIA BK DETECTIVES ASOCIADOS